martes, 15 de mayo de 2007

...como mueve la colita


Antes de tener a H, mientras revisaba páginas leí que para acariciar a un erizo había que empezar por la cola. Pensándolo bien era casi obvio: si yo llegara a un nuevo ambiente y así a ojos ciegos sientiera un agradable masajito en la espalda, del horror pasaría inmediatamente al placer.
Esa es la explicación más racional, pero ahora nada de lo anterior explica muy bien lo que ocurre. A los erizos les gusta que les acaricien las púas de la parte baja, cerquita de la cola que es ridículamente chica. Y esto es súper útil cuando están con personas nuevas y queremos evitar que se asusten. Cada vez que H se presenta en sociedad, lo hace de espaldas. Pura ternura.

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