Cada vez que paso cerca de una tienda de mascotas siendo profundo desagrado, es que como no sentirlo si en la gran mayoria aparte de vender artículos - muy útiles por cierto- tienen en condiciones miserables a un montón de "futuras" mascotas. En jaulas siempre pequeñas, no es raro ver hasta cinco perritos apretados, hamsters en ruedas minúsculas, aves en receptáculos de poca altura, entre otras barbaridades. Es legítimo y necesario que ofrezcan el servicio, pero si no pueden lidiar con animales que mejor cambien de rubro.
Hace un tiempo el siguiente artículo fue publicado en un poco santo diario de Chile, en la sección de reclamos llamada "línea directa". Consiste en un reclamo hacia una conocida cadena de tiendas de mascotas y de artefactos para ellas, que están principalmente en los grandes centros comerciales de la capital. Hoy lo encontré en un blog y me permito copiárselos a uds. para que tengan cuidado cuando adopten una mascota en estos lugares donde ofrecen sonrisas y una prestigiosa marca, pero responden como si de un lugar clandestino se tratase:
"Reclamo contra Petland
El día 4 de diciembre del año 2006 me regalaron un erizo de tierra comprado en la tienda PETLAND del mall Parque Arauco, lo que se suponía que seria motivo de una gran alegría se ha transformado en una lista de penas.
Pena 1
Ese mismo día mientras jugaba con mi nueva mascota, me percaté de que tenía una especie de costra en su pecho, como no sanaba lo llevé preocupada al mismo PETLAND dónde le diagnosticaron sarna y me informaron que debió haber estado enfermo cuando lo vendieron, por lo que me recomendaron dejarlo unos días, esto se prolongó a una semana.
Pena 2
Aproximadamente a las dos semanas de tener la mascota de vuelta en mi casa me doy cuenta que se le empiezan a caer las púas, asustada, pensé que quizás la primera vez no lo habrían curado correctamente por lo que volví a llevar a mi erizo a la tienda. En Petland me ofrecen como solución cambiar mi erizo, como si fuera una cosa y no un ser viviente, a lo que por supuesto me negué y solicité que lo curaran, a lo que accedieron y me pidieron volver al cabo de otra semana.
Pena 3
Cuando regreso a buscarlo me dicen que no se encuentra en la tienda, que volviera en unos días más.
Pena 4
Finalmente el día 10 de enero voy ilusionada a PETLAND a buscar mi mascota y un señor me entrega un erizo, del que, por tamaño y actitud conmigo me doy cuenta que no es mi mascota, entonces vuelvo a la tienda a denunciar lo sucedido y me responden que efectivamente había existido un “error”, que ese no era mi mascota y que mi erizo estaba extraviado y no se sabe en que lugar podía estar, solicitándome que volviera al día siguiente para darles tiempo para ubicar a mi mascota. Ese día me fui llorando de la tienda.
Pena 5
El día 13 de Enero debí concurrir en compañía de mi padre a recoger a mi mascota, y nuevamente me responden que aun no la han encontrado pero la veterinaria me la llevaría el mismo día a mi casa.
Pena 6
Efectivamente la veterinaria fue esa tarde a mi casa a entregarme el erizo. Pero al poco rato de estar con él tengo la seguridad que este tercer erizo, es de un tamaño menor que el anterior incluso de un color mas claro, pero lo más aclaratorio vino al darlo vuelta, y me doy cuenta del engaño, porque no es del mismo sexo de mi mascota original, pues tengo fotos del anterior.
Encuentro inconcebible que una tienda especializada en mascotas no tenga el debido cuidado con respecto a la salud de los animales que venden y posteriormente nadie se haga cargo realmente del tema e intenten mediante cambios y engaños arreglar lo sucedido, olvidándose que están entregando un ser viviente. No han querido decirme la verdad y mi erizo aun está “extraviado”.
Tengo quince años y han minimizado el dolor que siento al no poder recuperar MI mascota. A demás he tenido que concurrir con mi padre para que me atiendan en forma adecuada.
Quiero una respuesta rápida y clara de que le ocurrió a mi erizo de tierra y que reconozcan que intentaron engañarme 2 veces al entregarme otros animales y no mi mascota original. "